Analicemos los números....
Un sector de la vitivinicultura afirma que la caída del consumo de vino se debe al mayor precio pagado al productor/elaborador debido a la escases de cosecha y de paso justificar la importación de vinos en base a una cuestión de abastecimiento, enmascarando así la verdadera razón de la maniobra: que los precios “no se les escapen de las manos”.