Foto para: ZONDA: EL VIENTO QUE DEJA HUELLAS EN EL CULTIVO 12/08/2025

ZONDA: EL VIENTO QUE DEJA HUELLAS EN EL CULTIVO

En las zonas áridas del oeste argentino, como Mendoza, San Juan y La Rioja, el viento Zonda es un fenómeno climático que se repite año a año, pasando a ser parte del calendario agrícola, dejando su marca en los cultivos.

El viento Zonda llega en forma de ráfagas secas, cálidas y en ocasiones con velocidades que superan los 70km/h, azotando con una violencia inesperada. Baja desde la cordillera con fuerza, arrastrando polvo, disminuyendo la humedad relativa hasta niveles extremos, y alterando la fisiología de las plantas en cuestión de horas. Afecta a los cultivos ya que produce la aceleración de la transpiración, cierra estomas, frena la fotosíntesis y exponiéndolos a un estrés abiótico agudo que muchas veces no se ve, pero se hace evidente en los resultados.

Este fenómeno es típico entre los meses de mayo a noviembre, especialmente entre junio y septiembre, temido por productores ya que no sólo se siente, se sufre. Para el agricultor, esto significa un enemigo climático de alta intensidad justo cuando los cultivos están en fases sensibles como: brotación, floración, cuaje y crecimiento vegetativo.

¿Qué efectos produce el Zonda?

Los efectos pueden variar según la intensidad y duración , pero entre los más frecuentes se destacan:

*   Deshidratación de tejidos por transpiración forzada.

*   Cierre estomático que bloquea la fotosíntesis y afecta el desarrollo.

*   Caída de flores y frutos jóvenes, por estrés fisiológico o daño mecánico.

*   Quemaduras en hojas y frutos, por aumento repentino de temperatura y baja humedad.

*   Daños físicos como ramas quebradas, abrasión por polvo y pérdida de hojas.

*   Retrasos en el ciclo fenológico, especialmente si el evento ocurre en floración o inicio de cuaje.

En viñedos, por ejemplo, puede significar una cosecha reducida o despareja. En frutales, una caída abrupta de flores compromete directamente la productividad. En hortalizas, el daño puede ser inmediato y visible, obligando a replantar o a asumir pérdidas de calidad comercial.

Como consecuencia se reduce el vigor de los cultivos, afectando el rendimiento y comprometiendo la calidad del producto final.

¿Cómo mitigar el efecto del Zonda en los cultivos?

1- Bioestimulación preventiva:prepara fisiológicamente a las plantas para resistir el estrés.

2- Riego estratégico: asegurar un buen nivel de humedad en el suelo antes del evento ayuda a que las plantas transpiren de forma más eficiente y sufran menos.

3- Coberturas vegetales: conservan la humedad del suelo y disminuyen el golpe térmico en raíces, ayudan a reducir la pérdida de agua por evaporación.

4- Cortinas o barreras rompevientos: disminuyen la velocidad del viento y protegen hojas, flores y frutos de daños mecánicos.

5- Monitoreo y alerta temprana: Estar atentos a los avisos meteorológicos de Zonda. Usar herramientas de monitoreo climático locales (como estaciones agrometeorológicas) para programar riegos y aplicaciones con anticipación.

Bioestimulantes, una defensa activa frente al estrés

Frente a este escenario, el uso de bioestimulantes, especialmente aquellos formulados a base de aminoácidos y compuestos fenólicos (como polifenoles), se convierten en una estrategia clave para anticiparse y reducir el impacto negativo del Zonda, provocando la resiliencia fisiológica de los cultivos.

Simbios cuenta con productos de estas características es el caso de:

BIOBLOEMEN AMINOÁCIDOS (aminoácidos)

   *   Reparación y defensa rápida.

   *   Actúan como precursores de proteínas de defensa y reparación.

   *   Aumentan la síntesis de enzimas antioxidantes, que neutralizan el daño oxidativo generado por el calor y la deshidratación.

   *   Mejoran la absorción de nutrientes, acelerando la recuperación del cultivo.

BASEL (polifenoles)

   *   Protección antioxidante avanzada.

   *   Tienen un alto poder neutralizador de radicales libres, que se generan durante episodios de estrés térmico y oxidativo.

   *   Fortalecen las membranas celulares, ayudando a mantener la integridad de los tejidos.

   *   Pueden modular respuestas hormonales, ayudando a la planta a mantener el equilibrio interno.

           

      ANTES DE LA APLICACIÓN                       DESPUÉS DE LA APLICACIÓN

La aplicación de estos productos puede hacerse de manera preventiva; idealmente 24–48 horas antes de un evento previsto, para fortalecer las defensas de la planta. La aplicación post-evento se recomienda inmediatamente después del evento, para acelerar la recuperación y minimizar el daño metabólico. Tener en cuenta que la aplicación debe hacerse vía foliar, una vez que el fenómeno haya pasado completamente.

El Zonda seguirá soplando. No podemos detenerlo, pero sí podemos preparar nuestras plantas para que lo enfrenten con herramientas que respetan su biología y refuerzan su equilibrio.

Cada golpe climático es también una oportunidad para tomar decisiones inteligentes, sostenibles y con visión de futuro. El uso de bioestimulantes promueven el equilibrio, la vitalidad y la recuperación, acompañando a los cultivos cuando más lo necesitan.

SIMBIOS entiende que cada viento, incluso el más desafiante como el Zonda, deja una lección. Porque no se trata solo de resistir, sino de construir resiliencia: la capacidad de recuperarse, adaptarse y salir fortalecido; apuntando a una producción más sólida, consciente y preparada.

 

Nota: gentileza de Simbios

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