Foto para: Calicatas, toma de muestras y descripción de suelos. 25/03/2024

Calicatas, toma de muestras y descripción de suelos.

Conceptos vitícolas claves

¿Qué es una calicata? 

En términos agronómicos, una calicata es una excavación, un pozo, que se realiza en el  suelo para el reconocimiento del terreno y la evaluación de sus condiciones y aptitudes  para los cultivos. 

La calicata permite la inspección visual del contenido de humedad de suelo en la zona  de raíces del cultivo. Esta observación ofrece una idea de la disponibilidad de agua para  las plantas, una información fundamental para decidir cuándo y cuánto regar. Además,  la calicata permite ver el grado de compactación del terreno, la profundidad, estructura  y textura del suelo y si hay presencia o no de capas impermeables. Vale decir que tomar  muestras de cada horizonte del suelo, y enviarlas a un laboratorio, permite recopilar  información física y química acerca de ese suelo.  

Es un ejercicio de vital importancia que debe realizarse antes de sembrar o plantar por  primera vez. Las calicatas deben hacerse en zonas representativas del terreno o en  cultivos ya implantados; así mismo, es recomendable realizarlas anualmente para ver la  evolución del perfil suelo. 

¿Para qué se realiza la evaluación visual de la calidad del suelo? 

Siguiendo la “Guía para la evaluación visual de la calidad del suelo”, publicada en 2021  por la Facultad de Agronomía Universidad Nacional de La Pampa y la Estación del INTA  Anguil (La Pampa), podemos decir que mantener la buena calidad del suelo es vital para  la sustentabilidad ambiental y económica de los sistemas de producción agropecuarios. 

Las pérdidas cualitativas del suelo producen un impacto notable en el rendimiento y  calidad de los cultivos, al tiempo que aumentan los costos de producción e incrementan  el riesgo de erosión. Además, la degradación de las propiedades físicas del suelo tiene  un impacto importante sobre el ambiente y los servicios ecosistémicos y su restauración  requiere un tiempo y un costo considerable. “Salvaguardar los recursos del suelo para  las generaciones futuras y minimizar la huella ecológica de los cultivos anuales son  tareas importantes para los que toman las decisiones sobre el uso de la tierra y el manejo  de los cultivos”, explicitan en la guía.  

¡A prestar atención! 

Quienes desarrollan cultivos y hacen uso del suelo deben prestarles suficiente atención  a los siguientes cuatro aspectos:  

• El rol fundamental de la calidad del suelo en una producción eficiente y  sostenida. 

• El efecto de la condición del suelo sobre la productividad y el beneficio  económico. 

• La planificación a largo plazo, necesaria para mantener una buena calidad del  suelo. 

• El efecto de las decisiones de manejo de la tierra y de los cultivos sobre la calidad  del suelo. 

¿Qué es la EVS? 

La Evaluación Visual del Suelo (EVS) proporciona un método rápido y simple para evaluar  la condición del recurso suelo e identificar limitantes para el rendimiento de los cultivos. Se trata de una herramienta confiable, rápida y fácil de usar para evaluar la condición  de los suelos y su idoneidad para distintos sistemas de producción y tipos de cultivos.  

Vamos al detalle 

La “Guía para la evaluación visual de la calidad del suelo” explica diversos conceptos que  compartimos a continuación: 

Evaluación de textura 

La textura del suelo define la distribución del tamaño de las partículas minerales.  Específicamente, se refiere a la proporción relativa de los distintos tamaños de  partículas minerales en el suelo, es decir, arena, limo y arcilla. La fracción arena tiene un  tamaño de partícula > 0,05 mm; el limo varía entre 0,05 y 0,002 mm; y el tamaño de  partícula de arcilla es <0,002 mm. La textura influye en el comportamiento del suelo  de varias formas, especialmente a través de su efecto sobre la retención y  disponibilidad de agua; la estructura del suelo; su aireación y drenaje; la trabajabilidad  y transitabilidad del suelo; la vida del suelo; el suministro y retención de nutrientes. 

“El conocimiento tanto de la clase textural como de las profundidades de enraizamiento  efectiva y potencial, permite una aproximación a la capacidad total de retención de agua  del suelo, uno de los principales factores que favorece o limita la producción agrícola”, agrega el documento del INTA. Es decir, la profundidad alcanzada por las raíces define el espesor de suelo utilizado por el cultivo, de donde el mismo extraerá agua y  nutrientes. Es importante tener en cuenta que esta profundidad puede variar entre  cultivos. 

Evaluación de la estructura 

La estructura del suelo es extremadamente importante para los cultivos, ya que regula la aireación del suelo y tipos de cambio gaseosos; la temperatura del suelo; su  infiltración y erosión; el movimiento y almacenamiento de agua; el suministro de  nutrientes; la penetración y desarrollo de la raíz; la trabajabilidad y transitabilidad del  suelo; y también, la resistencia de los suelos a la degradación estructural. 

Una buena estructura del suelo reduce la susceptibilidad a la compactación por el  tráfico de maquinaria y aumenta la ventana de oportunidad para las labranzas. La estructura del suelo se clasifica según el tamaño, la forma, la firmeza, la porosidad y la  abundancia relativa de agregados de distintos tamaños. Los suelos con buena estructura  son friables, finos, porosos. Además, tienen agregados migajosos, granulares o subangulares, mientras que aquellos con estructura pobre tienen agregados grandes,  densos, muy firmes, y angulares o laminares, que encajan y empaquetan muy juntos y  tienen muy alta resistencia (penetrómetro), además de la escasa presencia de raíces en  el interior de los agregados. 

Evaluación de porosidad 

Es importante evaluar la porosidad del suelo en conjunto con su estructura. La  porosidad, y particularmente la macroporosidad (o poros grandes), influye en el  movimiento del aire y el agua en el suelo. Los suelos con buena estructura tienen una  alta porosidad entre y dentro de los agregados, pero los suelos con estructura pobre  pueden no tener macroporos dentro de los terrones grandes, lo cual restringe su  capacidad de drenaje y aireación. A su vez, una aireación deficiente conduce a la  acumulación de dióxido de carbono, metano y gases sulfurosos, y reduce la capacidad de las plantas para absorber agua y nutrientes, particularmente nitrógeno (N), fósforo  (P), potasio (K) y azufre (S). Las plantas solo pueden utilizar S y N en forma de sulfato  oxigenado (SO4 2–), nitrato (NO3 –) y amonio (NH4 +). Por lo tanto, las plantas requieren  suelos aireados para una eficiente absorción y utilización de S y N. Es decir que una  escasa macroporosidad que condiciona el uso del agua y nutrientes pone ciertas  restricciones a la información obtenida de los análisis químicos de suelo que  normalmente se realizan al momento de elaborar estrategias de fertilización. 

El número, la actividad y la biodiversidad de los microorganismos y las lombrices de  tierra, también son mayores en suelos con buena porosidad y estos organismos pueden  descomponer y reciclar la materia orgánica y los nutrientes más eficientemente con  buen intercambio gaseoso cuando existen suficientes macroporos para este proceso. 

Evaluación de la profundidad potencial y efectiva de enraizamiento 

La profundidad potencial de enraizamiento es la profundidad del suelo que las raíces de  las plantas pueden explorar antes de alcanzar una barrera para el crecimiento, e indica  la capacidad del suelo para proporcionar un medio de enraizamiento adecuado para las  plantas. Cuanto mayor es la profundidad de enraizamiento, mayor es la capacidad de  retención de agua disponible del suelo. En períodos de sequía, las raíces profundas  pueden acceder a mayores reservas de agua, aliviando así el estrés hídrico y  promoviendo la supervivencia de cultivos de secano. 

La exploración de un gran volumen de suelo mediante raíces profundas significa que  también pueden acceder a más macronutrientes y micronutrientes, lo cual mejora el  rendimiento y la calidad del cultivo. Por el contrario, los suelos con una restringida  profundidad de enraizamiento causada, por ejemplo, por una capa con una alta  resistencia a la penetración como una capa compactada o una capa dura, reducen el  crecimiento y desarrollo de las raíces verticales, causando el crecimiento lateral de las  raíces. Esto limita la absorción de agua y nutrientes por parte de la planta, reduce la eficiencia del uso de fertilizantes, aumenta la lixiviación y disminuye el rendimiento. Una  alta resistencia a la penetración de las raíces también puede aumentar el estrés de la  planta y su susceptibilidad a enfermedades de raíces. Sumado a esto, las capas duras  impiden el movimiento de aire, oxígeno y agua a través del perfil del suelo, aumentando  así la susceptibilidad al anegamiento y la erosión hídrica. 

La profundidad potencial de enraizamiento se puede restringir aún más mediante un  cambio abrupto de textura; pH; deficiencias de nutrientes; salinidad; sodicidad; un nivel  freático alto o fluctuante; niveles bajos de oxígeno. También se restringe por las  condiciones anaerobias (anóxicas) causadas por la desoxigenación y el anegamiento  prolongado restringen la profundidad de enraizamiento como resultado de la  acumulación de niveles tóxicos de sulfuro de hidrógeno, sulfuro ferroso, dióxido de  carbono, metano, etanol, acetaldehído y etileno, subproductos de reacciones de  reducción química y bioquímica. 

Los cultivos con un sistema de raíces profundo y vigoroso ayudan a elevar los niveles de  materia orgánica del suelo y favorecen su vida en profundidad. La acción física de las  raíces y la fauna del suelo y los residuos que producen, promueven la estructuración del  suelo, la porosidad, el almacenamiento de agua, la aireación del suelo y el drenaje en  profundidad. Un sistema de raíces profundas y densas ofrece el potencial para aumentar  la producción y, al mismo tiempo, tiene importantes beneficios ambientales. Los cultivos  dependen menos de las altas y frecuentes dosis de aplicación de fertilizante para  asegurar su crecimiento, y es más probable que se absorban los nutrientes disponibles,  por lo que se reducen las pérdidas por lixiviación al medio ambiente. 

Evaluación de presencia de capas compactadas o duras 

Para detectar la presencia de capas endurecidas por la compactación del suelo es  necesario diferenciar éstas de las capas duras genéticas de los suelos, que son los  duripanes y fragipanes. La diferencia entre un duripán y un fragipan es que este último  pierde su dureza y resistencia a la penetración cuando el suelo está húmedo, mientras  que un duripan es cementado más comúnmente por carbonato de calcio, o por hierro,  y no pierde su resistencia cuando se humedece. Los duripanes son condiciones genéticas  del suelo, como por ejemplo el horizonte petrocálcico (tosca cementada) y no cambian  con el manejo, mientras que los fragipanes pueden ser el resultado de la acción del  hombre (compactaciones, piso de arado). 

Evaluación de salinidad y alcalinidad del suelo 

La salinidad del suelo es un problema severo y grave para la producción de alimentos y  afecta un área cada vez más extensa. Los suelos salinos se ubican generalmente en las  partes más bajas del relieve y el aporte de las sales es desde los niveles freáticos  cercanos a la superficie a través del ascenso capilar del agua del suelo a la superficie y  evaporación del mismo, dejando las sales en superficie. La salinidad del suelo produce  la “sequía fisiológica” para los cultivos ya que con crecientes concentraciones de solutos  incrementa el potencial osmótico del agua del suelo dificultando su absorción por las  raíces. La salinización se expresa a través del aumento en la conductividad eléctrica del suelo, la cual se utiliza para detectar problemas de sales. A niveles de conductividad  eléctrica mayores a 4 dS m –1 el crecimiento de la mayoría de las plantas disminuye y el  rendimiento de los cultivos es afectado. Debido a las condiciones muy adversas para el  crecimiento de la vegetación, los suelos salinos contienen poca materia orgánica y por  ende generalmente tienen un color muy claro. 

Las sales más solubles como los sulfatos y cloruros de sodio o magnesio son las que  mayor efecto de salinización causan, debido a su alta solubilidad aumentan el potencial  osmótico de la solución y su conductividad eléctrica. En cambio, las sales poco solubles  como los carbonatos de calcio, magnesio y sodio salinizan muy poco la solución del suelo  y no aumentan mucho su conductividad. Sin embargo, son éstas las sales que se  depositan en el perfil del suelo y forman capas endurecidas y poco permeables  (fragipanes). 

Los suelos sódicos o alcalinos comparten los mismos ambientes que los suelos salinos,  la diferencia es que en suelos alcalinos la sal predominante es una sal soluble sódica, ya  sea sulfato o cloruro de sodio. El sodio disociado produce el aumento en el pH y  generalmente estos suelos tienen valores de pH de 9 o más. Se clasifica el suelo como  sódico cuando el porcentaje de sodio intercambiable es mayor al 15%. El sodio como  catión intercambiable produce la dispersión de los coloides del suelo, arcillas y materia  orgánica se encuentran disociadas y por este motivo son fácilmente transportados por  la solución del suelo. De este modo, los suelos sódicos se caracterizan por un color  oscuro y manchas oscuras en el perfil. Por otra parte, el efecto dispersivo resulta en  estructuras masivas o columnares en horizontes subsuperficiales, según la textura del  suelo. El estado disperso de los coloides no permite el desarrollo de agregados y poros  estables, por lo cual estos suelos tienen muy baja infiltración y percolación del agua, con  tendencia a encharcarse o tener capas saturadas con agua y por ende anóxicas. Al tener  poca capacidad de formar estructura, los suelos sódicos son muy susceptibles a la  compactación y a la erosión.  

Los productos de la red Simbios 

Simbios es una empresa proveedora de soluciones integrales para el cuidado y  recuperación del suelo y los ciclos de cultivo. 

En su portfolio de productos cuenta con tecnología de vanguardia para la gestión  sustentable de los suelos.  

Los principales productos a tener en cuenta para poscosecha e inicio de la próxima  temporada son:  

• FOL SUELO (Bloemen) es un fertilizante orgánico líquido, elaborado a partir de  materia orgánica de excelente calidad. Entre otros beneficios: genera un mayor  crecimiento, rendimiento, calidad de fruta y una mejor sanidad de los cultivos. 

• BLOCOMPOST (Bloemen) es un abono compostado peletizado, elaborado con  estrictos procedimientos de compostación que utilizan pre-fermentaciones y  fermentaciones aeróbicas bacterianas. Aporta NPK, micronutrientes, ácidos  húmicos y fúlvicos, aminoácidos. Además, incorpora microorganismos benéficos  que se multiplican en suelo y benefician a las plantas.

• PROMOTOR RADICULAR (Bloemen) es un fertilizante biológico que contiene  Micorrizas arbusculares, Azospirillum Brasilense, Pseudomonas fluorescens,  ácidos húmicos, micronutrientes quelatados y otros microorganismos benéficos.  

• ZURICH (Agrocube) es un producto de aplicación al suelo, que actúa  principalmente por su contenido de polifenoles que favorecen el desarrollo  radicular, mejoran la absorción de nutrientes, favorecen la micorrización y el  establecimiento de una microflora; que mejora la condición del suelo al  degradarse como materias húmicas. 

• MIST TPS78 (Kioshi Stone) es una dispersión de nanopartículas minerales de alta  pureza, cuya composición básica contiene azufre y calcio a la cual se le adiciona  en su producción azufre elemental. Esta combinación es recomendada para  desplazar sodio y sales del complejo de intercambio del suelo logrando así  mejorar la estructura; reduciendo problemas de compactación y encostrado  superficial. Además, se suministra azufre y calcio para la nutrición de las plantas. 

• MIST-P (Kioshi Stone) es una dispersión de nanopartículas minerales con una  adecuada concentración en Fósforo, Azufre, Calcio y Silicio.  

• TRICHOVIDAS (Microvidas) es un producto biológico a base de Trichoderma  harzianum, hongo benéfico y antagonista de microorganismos patógenos, que  actúa parasitando a fitopatógenos. 

*Fuente: “Guía para la evaluación visual de la calidad del suelo”. Autores: Elke  Noellemeyer Lucila Álvarez, Emmanuel Leizica, Florencia Gómez (Cátedra de Edafología  y Manejo de Suelos Facultad de Agronomía Universidad Nacional de La Pampa) Alberto  Quiroga Romina Fernández, Ileana Frasier, Cristian Álvarez (INTA Anguil, La Pampa)

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