Foto para: <b>El VINO:  ENTRE EL SINTOMA Y LA TRAGEDIA</b><br> 15/12/2016

El VINO:  ENTRE EL SINTOMA Y LA TRAGEDIA

SOBRE LA PROHIBICION DE LA PUBLICIDAD DEL VINO EN CABA

La legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) dio sanción a una ley que prohíbe realizar publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública. El argumento de quienes impulsaron esta iniciativa es la prevención de adicciones y el disparador de la iniciativa se atribuye a no repetir la trágica fiesta electrónica Time Warp en Costa Salguero; aquella fiesta donde el consumo de sustancias prohibidas y las condiciones de hacinamiento del lugar fueron letales. 

Dejando a salvo que no se cuestiona la necesidad de un programa integral de prevenciones para una época toxicómana como la que hoy vivimos, que en parte se expresa en el consumo indebido de determinadas bebidas y la ingesta de diversas drogas, es de crucial importancia hacer foco en las causas del problema. Es evidente que quien muestra este comportamiento sufre un desequilibrio emocional que busca satisfacciones inmediatas atentando contra su propia integridad física y de la sociedad toda. ¿Prohibir la publicidad del VINO es la solución? Es extraño que un grupo de especialistas en un contexto interdisciplinario haya llegado a esta recomendación; quien se alcoholiza o se droga no depende de la publicidad que ve en la calle para estimularse porque ya sabe (¿sabe?) lo que quiere y dónde buscarlo. 

Pero también es importante destacar que el VINO no aparece asociado a estos excesos ni participa de los rituales “perversos” de consumo de determinadas bebidas como la *ingestión* de alcohol vía ocular, nasal, etc. etc., ni es elegido para las *previas* donde se *toma coraje*. Es claro entonces que estamos frente a una temática que requiere de un diagnóstico especialísimo y no una prohibición inútil, contradictoria, ineficaz, injusta, discriminatoria e insensata. En esta iniciativa hay algo del orden de la sobreactuación de los legisladores o bien aquellos convocados como consultores no eran especialistas, o el grupo no era interdisciplinario o no identificaron debidamente la problemática. La prohibición perjudica al VINO que batalla en absoluta desventaja contra aquellas bebidas demostradamente dañinas que, alcohólicas o no, agregan azúcares, elementos químicos e ingredientes artificiales y/o promueven sus mezclas. 

La prohibición legislada es un duro golpe a una economía regional como la vitivinicultura Argentina con 500 años de arraigo y que acredita una historia e identidad propia que le permite a nuestro PAIS ser reconocido en el mundo como una de las Grandes Capitales Mundiales del Vino; que ha sido elegido por los argentinos como su Bebida Nacional (Ley 26.870) y se lo incluye como alimento en el código alimentario argentino. 

El VINO no merece ser considerado como una sustancia vinculada con los excesos ni con la muerte; Louis Pasteur lo dijo en forma definitiva: El vino es la más sana e higiénica de las bebidas. OTRO es el problema. Deberían saberlo quienes legislan. Evitarían los facilismos de las prohibiciones y las injusticias de las generalizaciones. 

Mauro Sosa
Director Ejecutivo
CENTRO DE VIÑATEROS Y BODEGUEROS DEL ESTE

05 de diciembre de 2016